domingo, 3 de noviembre de 2013

FRAGMENTO DE MAL DE ESCUELA

CONVERSACIÓN CON ALI (EXTRACTO)

—Son chiquillos en situación de fracaso escolar –me explica–, la madre suele estar sola, algunos han tenido ya problemas con la policía, no quieren oír hablar de los adultos, se encuentran en clases de recuperación, algo así como tus clases especiales de los años setenta, supongo. Agarro a los cabecillas, a los jefezuelos de quince o dieciséis años, los aíslo provisionalmente del grupo, porque el grupo es el que acaba con ellos, siempre, les impide constituirse, les pongo una cámara en las manos y les suelto a uno de sus colegas para que le entrevisten, alguien que ellos mismos eligen. Hacen la
entrevista a solas, en un rincón, lejos de las miradas, vuelven y visionamos juntos la película, esta vez con el grupo. No falla nunca: el entrevistado hace la comedia habitual ante el objetivo, y el que filma entra en su juego. Se las dan de listos, exageran su acento, se hacen los chulos con su vocabulario de cuatro chavos, gritando tanto como pueden. Como yo cuando era un mocoso, se ponen las botas, como si se dirigieran al grupo, como si el único espectador posible fuera el grupo, y durante la proyección sus compañeros se tronchan. Proyecto la película por segunda, tercera, cuarta vez. Las risas van espaciándose, se hacen menos seguras. El entrevistador y el entrevistado sienten que nace algo extraño, algo que no consiguen identificar. A la quinta o a la sexta proyección, aparece algo realmente molesto entre su público y ellos. A la séptima o a la octava (¡te aseguro que a veces he llegado a proyectar nueve veces la misma película!), todos han comprendido, sin que yo se lo explique, que lo que sube a la superficie de aquella película es el farde, lo ridículo, lo falso, su comedia ordinaria, su mímica de grupo, todas sus escapatorias habituales, y que no tiene el menor interés, cero, ninguna realidad. Cuando han llegado a ese estadio de lucidez, detengo las proyecciones y les mando de nuevo con la cámara, para que repitan la entrevista, sin más explicaciones. Esta vez obtenemos algo más serio, que tiene relación con su vida real: se presentan, dicen su apellido, su nombre, hablan de su familia, de su situación escolar, hay silencios, buscan las palabras, se les ve reflexionar, tanto al que pregunta como al que responde y, poco a poco, se ve aparecer al adolescente en aquellos adolescentes, dejan de ser jóvenes que se divierten dando miedo, son de nuevo chicos y chicas de su edad, de quince o dieciséis años, su adolescencia atraviesa las apariencias, se impone, sus ropas, sus gorras vuelven a ser accesorios, su gesticulación se atenúa; instintivamente el que hace la película reduce el encuadre, le da al zoom. Ahora lo que cuenta es su rostro, diríase que el entrevistador escucha el rostro del otro, y lo que aparece en ese rostro es el esfuerzo por comprender, como si se contemplaran por primera vez tal como son: están conociendo la complejidad.

REFLEXIÓN

He elegido este fragmento, para la actividad de este lunes, porque me ha llamado mucho la atención como el profesor consigue lo que quiere sin tener que decir o corregir nada, simplemente mediante la repetición del video consigue que sus alumnos se den cuenta de que lo que han hecho no sirve para nada, es decir, el proposito de la actividad era realizar una entrevista real y sincera y lo que ellos habían hecho era una entrevista completamente falsa, ya que se habían comportado de esa forma chulesca solamente para que sus compañeros se rieran, por lo que repiten el video comportándose esta vez si, de forma natural expresando sus sentimientos y emociones de forma sincera, que era el objetivo principal.

Los alumnos que realizan el video, son los más problemáticos dentro de los que se encuentran en situación de fracaso escolar, y creo que el trasfondo de la repetición de su video, es que ellos mismos al ver que no hacen gracia y que en cierto modo están haciendo el ridículo, comprenden que pierden el respaldo del resto del grupo para hacer "bromas" y que deben comportarse tal y como son para que se les tome en serio. Esto último queda bastante bien reflejado en una frase del propio texto que dice así: "los aíslo provisionalmente del grupo, porque el grupo es el que acaba con ellos, siempre, les impide constituirse".

En mi opinión esta puede ser una experiencia muy educadora para ellos, ya que con total seguridad no la olvidarán, por lo que en un futuro y en un ámbito serio, se comportarán de forma sincera, sin falsedad.

2 comentarios:

  1. Cuando leí ese fragmento me vino a la cabeza una idea similar a la que has expresado en la reflexión.
    Nunca me han gustado los "grupitos de chulitos" que se dedicaban a llamar la atención, ¿por qué? Quizá porque era lo único que sabían o pensaban que sabían hacer. Y recuerdo situaciones en las cuales sus carencias quedaban al descubierto (a lo mejor un integrante de ese grupo no era capaz de leer sin trastabillarse cada dos palabras, o de contestar a una pregunta sencilla de naturales) y la sensación era de que se quedaban vacíos, tal como explica el texto, con una realidad nula. Pero estos momentos eran educativos, especialmente para ellos, y más de uno se ponía las pilas tras sufrir estas ridículas situaciones (se avergonzaban de sí mismo).
    Todo esto viene porque me ha gustado la anécdota que has seleccionado, así como la reflexión, con la cual coincido plenamente.
    Un saludo!
    PD: muy cierta la frase del libro "...el grupo es el que acaba con ellos, siempre, les impide constituirse". Pero opino que si ellos ponen de su parte el grupo estaría encantado de "admitirles".

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  2. Gracias Alex!! creo que tus ejemplos también son muy ilustrativos de este fenómeno!

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